Porqué los Activos conectan la Estrategia con la Excelencia

Autor: Dr. Luis (Luigi) Amendola, Ph.D

El liderazgo dentro de cualquier institución, sea cual sea su cultura organizacional, debe ir enfocado a las tendencias futuras y a inspirar a los integrantes de un proyecto profesional. El objetivo es que comprendan y adopten una nueva visión de posibilidades y retos. Esto desarrollará a tus empleados para que sean líderes. Llevar a cabo un cambio conceptual logrará que tus empleados se conviertan en una comunidad de personas que aprendan, se enfrenten a retos y reciban recompensas personales y profesionales por ello.

Según Gómez, J. y Hofstadf, C. (2006), la acción de un líder debe tratar de mejorar y ampliar tanto las habilidades como del rendimiento individual y colectivo de la organización. Además, debe modificar la forma de pensar de los colaboradores.

Hoy en día, y teniendo en cuenta los cambios generacionales y sociales que se están produciendo, es necesario hacer la distinción entre ser jefe y ser líder. El mero hecho de ser jefe no significa ser líder o ser un buen líder. El hecho de ocupar un cargo importante o de responsabilidad avanzada tampoco supone un liderazgo. Bien es verdad que el poder es una parte del liderazgo, pero no es suficiente para llegar a ser líder.

En este sentido, es importante definir el management y cómo este afecta a la gestión empresarial. Peter F. Drucker (1999) lo definió como:

"La misión de la empresa se trata de motivar y organizar las energías humanas, a fin de cumplir dicha misión."

En la nuestra sociedad actual, sin duda alguna, cada vez más se plantean situaciones donde es necesario definir la misión de la empresa. También es cada vez más necesario personas que sean capaces de asumir responsabilidades, que hagan lo que piensan y que provoquen que las cosas se transformen en una gestión del cambio responsable, eficiente y productiva.

En la vida cotidiana nos encontramos con actividades que requieren el trato entre personas y, finalmente, el éxito o el fracaso de éstas depende en gran medida de la forma de organización de los individuos que están llevando a cabo esta actividad. En cuanto a esto, podemos afirmar que un líder o Asset Manager es aquella persona que tiene en cuenta su entorno y lo sabe animar y dinamizar.

De esta forma, y teniendo en cuentas los cambios y procesos que se están experimentando, tanto en avances como en espacio y tiempo, debemos ser conscientes de que la sociedad está en continuo cambio. Por ello, hacen falta expertos y líderes que sean capaces de llevar a cabo esta situación, tomando decisiones, generando objetivos, verificando su cumplimiento y controlando los resultados.

En palabras de Amendola.L (2021):

"Un líder ha de ser innovador y estar enfocado hacia las oportunidades, los resultados y el conocimiento, utilizando herramientas para lograr este propósito."

A este respecto, es necesario potenciar la idea de un trabajo consciente y transformador aprovechando el factor humano para desear, imaginar, pensar, crear y sentir. Esta filosofía de trabajo debe convertirse en el motor de cualquier organización y la verdadera causa de riqueza.

Como destaca Fernández Dávila, G. (2002), una de las características más importantes que debe tener un líder es proporcionar el rumbo, la inspiración y el sentido que se necesita para alcanzar una meta. Es decir, tener claros tanto la visión como los valores para estimular el progreso del cambio, así como la capacidad de ejecutar una estrategia y tomar decisiones de forma coherente. Otra de las características fundamentales para llegar al liderazgo en una organización es la innovación, la necesidad de ánimo en todas las áreas de la organización del proceso. Adaptarse a la situación es clave para la viabilidad de esta acción, así como la correcta coordinación ante la complejidad de las nuevas situaciones que plantea el siglo XXI.

El éxito de un líder consiste, en gran medida, de la contribución al éxito de la organización a través de los resultados obtenidos con su equipo. Ser un Asset Manager dentro de la organización es vital, pero ser reconocido, tener una reputación, y ser referencia en el mundo social, es clave.

Y para llevar esto a cabo, es imprescindible que el líder domine determinadas competencias emocionales. Esto es, la autoconfianza y el autocontrol, la consciencia y la gestión de uno mismo, la orientación enfocada al logro y a la motivación, el desarrollo de habilidades sociales que le permitan trabajar en equipo ante la interacción con otros.

Como señala Goleman (1999):

"Los nuevos modelos de liderazgo ponen el acento en valores ideológicos y morales, contenidos simbólicos, mensajes visionarios e inspiradores, autoconciencia, así como sentimientos y emociones.”

Dicho esto, otra característica imprescindible para un líder es la comprensión social, o la capacidad de comprender tanto los sentimientos como los comportamientos de los demás y cómo la comprensión tiene que ver con las decisiones y actuaciones de las personas del grupo de la organización.

En conclusión, el liderazgo de equipo resulta algo fundamental para la eficiencia de los equipos de trabajo del mañana y de las organizaciones de las que forman parte. Los retos y las nuevas situaciones de las que habla Amendola.L (2021) requieren una revisión exhaustiva del papel estratégico del liderazgo. Por esta razón, es necesario explorar nuevas modalidades de liderazgo, que permitan responder de manera eficaz a nuevas necesidades de trabajo y llevar a cabo competencias imprescindibles, como son el diseño para el cambio y la innovación, la diversidad cultural, la complejidad, el trabajo basado en el conocimiento y las organizaciones virtuales. Estos principios esenciales pueden parecer obvios para mucha gente, pero quienes progresan en una organización y son agentes del cambio, son las personas que tienen unos pocos principios básicos y luego son capaces de ponerlos en práctica.

¿Qué se necesita para ser un líder transformacional?

Dada mi experiencia en la dirección de empresa, academia y en organizaciones en diferentes países y cultura, los líderes transformacionales deben visualizar un futuro diferente para las organizaciones que lideran. Esta nueva visión a menudo abarca cambios tanto en la estrategia como en la arquitectura de la organización, incluida la cultura de la organización tal como la capturan los valores y las normas. Los líderes transformacionales comunican constantemente esta nueva visión a los empleados. Aprovechan cada oportunidad para establecer cuál es la visión y qué valores deben adoptar los empleados para ejecutar esa visión.

Debemos aprovechar como líderes todas las oportunidades para comunicar el mensaje a los empleados para que se conviertan en resultados sostenibles para las organizaciones. Los líderes transformacionales enmarcan mensajes en torno a un gran propósito con un atractivo emocional que cautiva a los empleados y otras partes interesadas corporativas.

Por lo que recomiendo que los líderes transformacionales deben establecer un modelo mental compartido que los subordinados pueden adoptar como propio. Los líderes transformacionales dan vida a sus visiones a través de símbolos, metáforas, historias y otros vehículos que trascienden el lenguaje sencillo. Las metáforas toman prestadas imágenes de otras experiencias, creando así un significado más rico en la visión que aún no se ha experimentado.

Los líderes transformacionales modelan los comportamientos deseados. Reconocen que, para tener éxito, deben predicar con el ejemplo. Viven por los valores que defienden. Saben que, a menos que hagan esto, los empleados no los tomarán en serio y cualquier esfuerzo de cambio transformador fracasará. Los líderes transformacionales empoderan a los empleados para implementar las grandes visiones estratégicas que han articulado.

En General Electric, Jack Welch empoderó a los empleados mediante la introducción de una metodología conocida como "entrenamiento", donde durante un evento de tres días los empleados podían sugerir mejoras de proceso a sus jefes, quienes tenían que decir sí o no a las propuestas en el acto. Welch fue más allá, vinculando el pago de bonificación de los gerentes a su éxito en la implementación de mejoras de procesos que surgieron de las sesiones de entrenamiento.ste res

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